Creando una marca deportiva en 2019

No queremos contaros cosas aburridas, no somos Nike ni Adidas, ni queremos aparentarlo. En este artículo compartimos un pedazo de nuestro viaje con todo el que quiera.

A la hora de escribir esto, en Noviembre de 2019, posiblemente muchos de los que hayáis llegado a este artículo recóndito no sabréis ni de dónde hemos salido, ni mucho menos quiénes somos ni qué queremos hacer.

La verdad es que de lo que era Earwaves hace un año a lo que es hoy, y a lo que queremos que sea, hay un mundo. Comenzamos en esta aventurilla desarrollando un artículo para sujetar los auriculares inalámbricos a la oreja mientras se hace deporte, y hemos acabado con la meta clara de fabricar las mejores calleras y los mejores artículos para nuestras disciplinas del mundo. Se dice pronto, pero no vamos a parar hasta conseguirlo.

Las personas detrás de Earwaves somos, como muchos de vosotros, unos frikis de este deporte hasta la médula, y creemos que nuestro deporte se merece marcas tan potentes y que nos hagan vibrar por dentro con su esencia, sus spots y sus campañas como tienen otros deportes de mayor recorrido. Quizá es aspirar muy alto, pero ese hueco existe y trabajamos duro para llenarlo. No queremos ser «unos más», sino crecer con esta disciplina maravillosa, y que todo el mundo se sienta parte de alguna forma de esto. Queremos dejar de llamar a nuestros clientes precisamente «clientes», y que ellos lleguen a percibir que hay algo más: una comunidad de la que todos formamos parte y a la que engrandecemos cada uno en su papel.

Este camino de a penas un año ha sido un viaje tremendo, desde el diseño y fabricación de nuestras primeras calleras y accesorios hasta llegar a lo que tenemos hoy, tras muchas pruebas, errores, cariño, esfuerzo y ayuda recibida. Hemos aprendido enormemente en el camino, y seguimos haciéndolo los siete días de la semana. Nunca paramos de hacer algo que empezamos hasta que nos sentimos orgullosos.

Un buen recopilatorio de cagadas y catastróficas desdichas

Parece mentira la de veces que se puede patinar en un año, incluso teniendo todo el cuidado del mundo. Y no solo contentos con tener nuestros fallos, también el destino y los dioses crosfiteros se han reído de nosotros… ¡alguna vez que otra!

En nuestro palmarés tenemos cosas tan divertidas como estas:

  • Nuestra primera producción de calleras iba en un barco (de los miles que cruzan los mares al mes) que tuvo a bien incendiarse. Lo vimos en las noticias mientras hablábamos por teléfono, alucinando en colores y con la boca abierta.
  • Nos hemos quedado sin stock en los momentos más importantes del año.
  • Al comenzar a vender fuera de España hemos tenido que responder mensajes en idiomas en los que no sabíamos ni decir hola antes de contar con gente para ello. El «ya nos apañaremos» en inglés puede funcionar, pero en Alemán… ¡la cosa cambia!
  • En nuestros inicios fabricamos un producto del que había unidades defectuosas a pesar de todos nuestros controles, y tuvimos que correr como galgos para retirarlo todo del mercado, escribir a todos los clientes que habían comprado unidades, y un largo etc para que todo saliese bien. Desde entonces estamos meses y meses probando cada diseño de producto que hacemos tanto de la mano de atletas como haciéndoles todo tipo de perrerías (por ejemplo, hacemos cortes en la palma de las calleras y después las sometemos a todos los WODs posibles para comprobar que aguantan todo).
  • Por cierto, la principal catastrófica desdicha es montar una empresa en España, y no morir en el intento.

Aunque también nos llevamos muy buenas sorpresas:

¡No vayamos de mártires! Si hemos llegado hasta aquí, también habremos tenido a veces suerte:

  • Aún no sabemos cómo, pero en nuestro primer «Black Friday» vendimos más gorros de natación que en varios meses juntos, sin siquiera ser un producto core..
  • En general todas las opiniones y feedback que recibimos son muy buenas. Nos escribe gente de todas partes y se molestan en darnos opiniones casi siempre constructivas. Esto es lo que más nos alegra los días y nos ayuda mucho a mejorar.
  • El señor Amazon nos contactó hace unos meses para que formásemos parte de un programa en Europa llamado «Amazon Launchpad» y gracias a esto, hemos podido llegar a Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y más países (¡o al menos pelear por hacerlo!).
  • Hemos conocido por casualidad a gente tremenda de este mundillo, atletas y colaboradores de todo tipo a los que admiramos y con los que hacemos cosas hoy en día, y  sinceramente nos enorgullecemos muchísimo de que formen parte de Earwaves de alguna forma.
  • Prácticamente de rebote (y gracias a Miriam Torra), hemos podido ver a alguien de nuestra pequeña familia en los Games, incluso llevando equipamiento nuestro. Fueron unos pocos segundos viendo la retransmisión en la oficina juntos, y aún tenemos los pelos de punta. Tenemos claro que no va a ser la última vez.

En resumen: queremos ser mucho más que una marca que vende cosas

Por el lado más «filosófico», queremos aportar nuestro granito de arena, calar un poco en todo el mundo y no limitarnos a vender productos. Queremos hacer este deporte mucho más grande dando todo lo que podamos, e ir de la mano de la gente que conforma su corazón y su espíritu, y en base a eso tenemos una misión clara. Hace tiempo encontramos en este deporte una motivación constante para enfrentarnos a algo nuevo y descubrir el poder de la vulnerabilidad. Esta aventura que para nosotros se llama Earwaves, es ese algo nuevo, y encarna los mejores valores de este deporte que nos alucina a todos.

En Earwaves creemos que para crecer es inevitable salir de nuestra zona de confort , y cada día es una nueva oportunidad para hacerlo.